Los niños que viven en el Hospital de Niños de Texas en Houston han pasado la mejor Navidad de sus vidas. Se asombraron los cuatro perros que buscaban oro.
¡Sí, cuando lo lees!
¿No es el momento más bonito para los niños?
Los perros se llaman Elsa, Plutón, Pinto y Bailey, y hay que admitir que se ven lindos.
Visten pijamas y los niños no pueden contener la emoción y la alegría.
Algunas madres han revelado que los perros son buenos para distraer a sus hijos, ayudándoles a ser más calmados y expresar mejor sus emociones.
Es un momento increíble.
Isumu, un perro que nunca ha experimentado el amor, fue abandonado cerca de un refugio, dejado en el borde de la carretera para protegerse.
Había una franja ancha y sangre alrededor de su cuello, y de las cadenas que lo cerraban, las largas uñas le hacían sentir dolor a cada paso. Su cuerpo estaba lleno de heridas locas y tenía un olor muy peculiar a la carne podrida.
A pesar de todo el dolor que sufrió, los ojos de Isumu aún brillaban y todavía podía experimentar el miedo, la humildad y la esperanza. Él oró a Dios para que alguien viniera a ayudarlo y salvarlo del sufrimiento.
Fue encontrado en el refugio por un voluntario. Lo llevó a Isumu a un refugio donde recibió atención médica y se le concedió una cama cómoda para dormir. Isumu fue enjuagado y limpiado de la herida. Fue alimentado y, después de mucho tiempo, por primera vez sintió cuidado y amor.
Día 10: Isumu comienza su recuperación. Sus heridas comenzaron a sanar y sus plumas comenzaron a volver a crecer. Ya no huele como la carne podrida, y sus ojos brillan de alegría y satisfacción.
Día 80: Finalmente, una familia acogedora llega al refugio y quiere adoptar un perro, y cuando ven a Isumu, se enamoran inmediatamente de él.
Pueden sentir la fuerza y la perseverancia que se esconden debajo de su dura apariencia, y saben que es su perro. La nueva familia de Isumu lo lleva a casa, donde está rodeado de amor y devoción.
Ya no soportaba el silencio ni la esperanza de que alguien lo rescatara, y por fin tenía un hogar y una familia que lo amaba incondicionalmente.